BLOG ROCIO A. ORTIZ

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lunes, 15 de agosto de 2016

BESO DE LUNA



BESO DE LUNA

Entre nubes de plata
y un cielo brillante.
Con tibios reflejos
la luna acaricia.


A una mujer ,
de suave y delicada piel.
Fría cuál mármol, toda ella tirita.
Pretendiendo al universo... su dolor esconder


Dolor que ella calla,
más no puede ocultar,
la tristeza en su mirada,
sin pretenderlo... la delata.


 Dolor que cala tanto
que en dureza , su ser convirtió.
Más la luna,
en su bonanza.


Rasga en ella 
el velo de disimulo, que la cubre,
dejando al descubierto.
 un tierno corazón.


Sensible y rebosante
 del más grandioso amor.
 Que  por protegerse, en coraza,
dura se reviste.


Más noble es
y sabe amar,
sin titubear
Como el que más.


Dejando
  en sus adentros
fluir besos cuajados
 de rocío...


En cada gota que como
 un elixir de sus  tristes, ojos brota.
Dulce miel de amor
 que presta ella borra.


Luz de plenilunio
suave luz interior.
Una luz que ella
anida muy dentro de sí.


Que algunas veces
ella oculta y calla.
En  la soledad
De su vivir.


No, no se queja,
pues a la vida,
 dichas inmensas,
debe agradecer.


De  grandes riquezas
la ha vestido,
tesoros invaluables,
Sonrisas de niños.


No conoce de rencores,
y a menudo,
tal vez disculpa y perdona...
Demasiado pronto


La luna conmovida,
de tan hermosa criatura.
Con inmenso amor,
 que en ella deposita.


Bajo a la tierra,
sin dudar un instante,
a  con un beso rozar,
sus tiernas mejillas.


Sonrosadas,
aterciopeladas,
de dulce miel,
revestidas.


Delicia que
 ha saboreado
¡Sueño!
¡Y anhelo logrado!


Hermoso augurio,
de que nada pasa,
desapercibido  
Al  grandioso universo… y a Dios.



Rocio Aguilea Ortiz Pech
Derechos reservados
Agosto 2016

jueves, 14 de noviembre de 2013

ROMANCE



ROMANCE.

Y la noche nos cubrió
De las furtivas miradas
Y en su negrura nos cobijo
Cual cómplice enamorada.

Y en ese negro remanso
Nuestros cuerpos se amaron
Como dos seres sedientos
Se bebieron, se saciaron.

Hasta que el sol naciente
Con sus cálidos y radiantes rayos
Tímidamente ilumino
Nuestros cuerpos enamorados.

Y mirándonos  tan  extasiados
Tú de mí  yo de ti
Una blanca nube tomo
Y con ella nuestra desnudez cubrió.

Yo creo que el sol
A la luna recordó
Y el eterno romance que viven
Desde la creación

Cuando el ardiente SOL
Lleno de pasión
Más allá del ocaso duerme noche a noche con amor
En brazos de su amada LUNA.

Rocío Ortiz

Noviembre 2013
Derechos Reservados