LAGRIMAS.
Aguas
tibias y cálidas,
se
mecen en oleadas
y
vaivenes.
Quebrantos
que brillan
a la
luz del mediodía.
Nadie
sabe, los miles
de
gotas saladas,
que
el mar, contiene.
Como
nadie sabe,
la
tristeza,
que
en un ser,
puede
caber.
Todos
hablamos,
de
optimismo,
de
reír, de no claudicar,
de
ser fuertes cual,
troncos
milenarios,
tan
fuertes,
para
no derramar,
lagrimas
al viento,
y
sobre nubes blancas y serenas
nuestras
penas, depositar.
Más
a veces,
es
imposible no llorar,
ante
el dolor,
la
tristeza,
decepciones
o traiciones,
que
hieren nuestro corazón.
Si...las
lágrimas saben, a mar.
No
brillan, cual ola plateada,
mas
deja a su paso tatuada,
en
lo profundo del alma,
la
más absoluta tristeza.
No
será eterna, lo sé,
Solo
quiero desbordar
este
sentimiento
que
me agobia.
Tal
como las olas rompen
con
toda su fuerza
en
la blanca arena.
Mañana
me repondré.
Seré
yo, otra vez,
y
procurare reír,
hasta
más no poder.
Y
olvidar
Todo
mal rato,
tristeza
o decepción.
Y
creer de nuevo,
que
de mis ojos,
no
volverán a brotar
Oleadas
saladas cual mar.
Rocio Aguilea Ortiz Pech
Derechos Reservados
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13/03/17
