ÁMATE INFINITAMENTE
MUJER.
No seas cautiva de tus
miedos.
De los tabúes, que te han impuesto.
De la gente que no te
valora.
De quien pretende
lastimarte.
Porque verte feliz no
soporta.
Te critica, te ofende.
Y verte derrotada
quiere.
No tengas miedo.
Mírate bien… eres
manantial.
De agua cristalina y
dulce.
Tan dulce como tú
corazón.
Y tus sentimientos
nobles.
Tú tienes la llave de tu
felicidad.
Aférrate a ella
como te aferras a
Dios.
El jamás permitirá.
Que te aprisionen.
Con maldad!
Pero a ti te corresponde.
Luchar por tu felicidad.
Naciste libre.
Para ser libre y feliz.
Lucha siempre por ello.
Cuídate, mímate, consiéntete.
Pero no seas presa de
ello.
Las peleas se ganan con
amor.
Pero evítalas siempre
por favor.
Ama con toda la fuerza
de tu
corazón.
Y nunca te arrepientas
de haber dado
amor.
Y recuerda que dentro de
toda
mesura.
Agrega siempre un toque de locura.
Rocío Ortíz
Derechos Reservados
Noviembre 2012