Quisiera ser un ángel para llegar a ti.
Quedito, despacito, sin que te percates de mi.
Que mis alas no hicieran ruido para que no sepas que estoy aquí
Y mirarte y abrazarte y quedarme por siempre en ti.
Quisiera ser un ángel, pero sin las alas ni el corazón roto.
Y envolverme en tus brazos, bendito lugar que tanto adoro.
Y quedarme ahí por siempre, sin molestarte ni un poco
Pues ahí entre tus brazos yo encuentro mi gran tesoro.
¿Que cual es mi tesoro?... Tu corazón que tanto añoro.
Su palpitar que es mi tormento, pues hace mucho que no lo tengo.
Quisiera ser un ángel para que de mí no te percataras
Y poder entrar en tu corazón, refugio que tanto anhelo, morada por la que muero.
Rocío Aguilea Ortiz Pech
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