Mi hombre es piel tostada bajo el sol
Corazón valiente ante la adversidad
Y fuego ardiente en la intimidad.
Mi hombre es dulce para abrazar un niño
Fiero para defender su nido
Sin miedo cuando lo ve en peligro.
Mi hombre tiene la sonrisa fácil
Un hablar pausado, un mirar intenso
Cuando está a mi lado.
Como no amarle, como no desearle
Si él es mi mitad, si es mi complemento
Si en él se conjugan fuerza y ternura
Inteligencia y razón, coraje y cordura.
Mi hombre me llena siempre de alegrías
No es perfecto, es un ser humano
Mas nunca a su lado penas he llorado.
Mi hombre es piel tostada bajo el sol
Me llena de caricias con sus manos ásperas
Y hace de la entrega de amor, la más sublime sensación.
ROCIO A. ORTIZ PECH
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