BLOG ROCIO A. ORTIZ

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miércoles, 21 de marzo de 2012

A MI MADRE PERLA DEL ROCIO.


A MI MADRE PERLA DEL ROCIO.

Bella mujer de cabellos canos
Cuanta nobleza te reviste
Aun con tu caminar pausado
Destilas grandeza a tu paso.

Cual bálsamo que todo alivia
Son tus palabras serenas
Cascadas de sabiduría
Que llenan el alma mía.

Tu rostro marcado por los años
Encierra un tierno encanto
Más bajo esos parpados cansados
Tus ojos chispean sin reparo
Como sonriendo al pasado.

Tan frágil te ves, más tu corazón
De hierro forjado es, pues las penas y alegrías
Así le han moldeado, mas es solo el exterior
Pues por dentro, la ternura reboza al por mayor.

Mujer anciana
De piel surcada y cabellos de plata
Que con ahínco luchaste
Por sacarnos adelante.

Me diste todo sin pedir nada
Me amaste, mimaste y cuidaste
Y cuando alguna vez te contrarié
Nunca la fuerza usaste.

Me llenaste de consejos
De palabras sabias y aciertos
Que si algo soy en esta vida
A ti te lo debo Madre mía.

Aun recuerdo cuando pequeña
Yo te miraba con tanta admiración
Que soñaba con algún día….
Convertirme en ti, Señora mía.

A ti te escribo mi dulce Ángel
Mi Madre anciana, mi dulce Madre
Claro que existen los Ángeles, aquí en la tierra
Tú eres una de ellos, tu nombre… Perla y ello todo lo encierra.


Rocío Aguilea Ortiz Pech
21/03/12



Poema Quisiera ser un Ángel. Declamación.









jueves, 1 de marzo de 2012

QUISIERA SER UN ANGEL.



QUISIERA  SER  UN ANGEL
Quisiera ser un ángel para llegar a ti.
Quedito, despacito, sin que te percates de mi.
Que mis alas no hicieran ruido para que no sepas que estoy aquí
Y  mirarte y abrazarte y quedarme por siempre en ti.

Quisiera ser un ángel, pero sin las alas ni el corazón roto.
Y envolverme en tus brazos, bendito lugar que tanto adoro.
Y quedarme ahí por siempre,  sin molestarte ni un poco
Pues ahí entre tus brazos yo encuentro mi gran tesoro.

¿Que cual es mi tesoro?...  Tu corazón que  tanto añoro.
Su palpitar que es mi tormento, pues hace mucho que no lo tengo.
Quisiera ser un ángel  para que de mí no te percataras
Y poder  entrar en tu corazón,  refugio que tanto anhelo, morada por la que muero.
Rocío Aguilea Ortiz Pech
Derechos Reservados.